Reseña: Delirium - Lauren Oliver

Título: Delirium

Autor: Lauren Oliver

Género: Juvenil, Distopía

Editorial: SM

Saga: Delirium 1

Encuadernación: Blanda con solapas

Páginas: 445

Primera publicación: 2011

Lena es una adolescente que vive en un mundo en el que el amor es algo malo, es considerado una enfermedad causante de todos los males y conflictos pasados. En su mundo cuando llegan a los 16 años son sometidos a una cura que les hace imposible sentir amor. Pero un día Lena conoce a un chico de fuera, y empieza a cuestionarse cosas, hasta tal punto, que todo su mundo dará un vuelco y hará ella misma cosas que nunca se había atrevido a hacer, toda su vida cambiará.

Para este libro solo tengo un motivo que exprese porque lo leí, “ganas”, me dieron muchas ganas, me encantan las distopias, y escuché a varias personas contar que Lauren Oliver era su autora favorita o que Delirium era su trilogía favorita, y yo me moría de ganas por saber que había dentro de estas tapas, por sumergirme en estas páginas y descubrir de qué iba todo.

Para ser un libro juvenil me sorprendió mucho que profundiza bastante en los sentimientos de Lena, la protagonista. Da la impresión de que el libro es juvenil, simplemente porque los protagonistas son jóvenes, sino, podría pasar por adulto. Pero la pluma de la autora es realmente completa, expresa y describe de una manera más adulta.

Hay muchísimas aventuras, pasan multitud de cosas, la manera de narrar a veces parece un poco lenta, pero todo el tiempo están ocurriendo nuevas situaciones, en ocasiones frenéticas, y realmente está tan bien expresado todo que da ganas de seguir leyendo.

Cómo suele pasar con las distopias, te hace pensar. Realmente piensas en cómo frente a un gobierno que tiene a la población tan controlada, la mayoría de los humanos se convierten en sumisos conejitos, que no se cuestionan nada y que pasan por el aro en todo momento. Y da miedo, da miedo pensar en que todo eso pudiera pasar, y te sientes mal cuando ves el lavado de cerebro al que están sometidos.

Por otro lado también te da que pensar cuales pueden ser las cosas que un gobierno podría controlar de nuestras vidas, cualquier cosa, lo más normal, lo que más nos gusta, lo que más queremos, cómo para llegar a eliminar de la vida de una persona los sentimientos, el afecto, la sensibilidad, la química y en definitiva, el amor. El horrible, pero es algo que podría pasar perfectamente, es lo que ocurre con los libros que son distópicos, las historias que encontramos en esas páginas podrían pasar, o no.

También me gustó que este libro sugiere esperanza, en un mundo tan controlado, tan frío, tan cerrado, al conocer a alguien de fuera, Lena aprende que el mundo puede ser mejor, la vida puede ser mejor, hay más a lo que aspirar y todo puede cambiar, que su futuro no está escrito en piedra como le hacían creer.

Me llenó más que otros libros juveniles por lo completo de su escritura. Pero le doy poca puntuación porque lo sentía muy introductorio, y sentía un ambiente tan frío y pasivo, aunque quizás es lo que buscaba la autora, ya que es una sociedad controlada. Sentía todo el tiempo que esta historia podía dar más de sí.

La verdad es que la idea del libro me pareció buenísima, es una historia fantástica, la idea de que nos quiten el amor, de que nos controlen hasta tal punto, un mundo sin amor, solo control, solo seriedad, solo tenacidad. La idea es maravillosa, y por ello estoy deseando leer los siguientes libros. Así que os recomiendo que lo leáis.

Algunas frases que me han gustado:

“Seremos adultas, estaremos curadas, numeradas, etiquetadas y emparejadas; identificadas y colocadas pulcramente en nuestro camino vital, canicas bien pulidas a las que se empuja rodando por cuestas uniformes bien trazadas.”

“Amor: una sola palabra, una cosa pequeña, una palabra no mayor ni más larga que el filo de una navaja. Eso es lo que es: una cuchilla. Corta tu vida por el centro, separandolo todo en dos, haciendo que caiga  a uno u otro lado. Antes y después.”

“La vida seguirá. Algo me duele en lo más profundo, algo antiguo y más fuerte que las apalabras: ese filamento que nos une a la raíz de la existencia, esa cosa antigua que se despliega y resiste y forcejea desesperadamente buscando un punto de apoyo, una forma de seguir aquí, de respirar, de continuar viviendo.”