domingo, 15 de junio de 2014

La Investigadora Literaria: Tras los pasos de Juan Ramón Jiménez por Moguer

¿Cuantas veces os he hablado ya de Juan Ramón Jiménez y el Año Platero? Este año se cumplen 100 años de la primera publicación de Platero y yo, y por ello decidí hacer en este blog algunas actividades relacionadas con el libro, entre ellas, leer el propio libro, crear un reto para que otros se unieran y lo leyeran también, y visitar La casa museo de Zenobia y Juan Ramón, y otros lugares de Moguer relacionados, llevaba mucho tiempo planeándolo, y no fue hasta ayer el momento oportuno para hacerlo. 



Uno de los días de más calor de este Junio, un sábado en el que estoy de vacaciones. Investigué de nuevo todos los lugares a los que quería ir, y todas las cosas que quería fotografiar para enseñaros, anoté todo, y sus direcciones, tuvimos que dar muchas vueltas y hacer uso del GPS, estuvimos muchas horas dando vueltas y fotografiando, incluso nos metimos por los campos buscando, pero al fin puedo ofreceros todo esto, y aquí empieza esta crónica de la visita a Moguer en lo que yo llamo "Tras los pasos de Juan Ramón Jiménez por Moguer".


Para aumentar las fotos solo tenéis que pulsar en ellas.

Ya que esto es una crónica, os contaré todo en el orden en que lo fui viendo y fotografiando.

Para empezar os contaré que en las calles de Moguer hay muchas placas con fragmentos de Platero y yo que hacen alusión a lugares y personas que vivieron en Moguer. No las he fotografiado todas, pero si muchas.











Así pues comencé la aventura haciendo fotos de las placas, de las estatuas de Platero y de los numerosos negocios que tienen nombre relacionados con Platero, Juan Ramón o Zenobia, hay muchos más. Ya que los moguereños se sienten muy orgullosos hoy en día de la figura de Juan Ramón Jiménez y lo homenajean de esta manera.

Esta es la estatua de Platero que hay en la Plaza del Cabildo de Moguer. Del escultor Álvaro Flores Rojas.





También en la Plaza del Cabildo hay una estatua de Juan Ramón Jiménez.



En cuanto a los comercios y empresas.




Con su estatua de Platero incluida.





Con el GPS buscamos las calles que yo tenía anotadas, los lugares donde estaban cada una de las cuatro casas donde vivió Juan Ramón Jiménez en Moguer. Y fotografié las tres primeras. (Pero os las enseñaré por orden, después con las fotos de las visitas).

Durante nuestra búsqueda vimos un burrito en un campo, era igual que Platero, y yo, cómo siempre, acabé metida en medio de un campo haciendo fotos, con la ropa y el calzado inadecuado, todas las semanas me pasa igual.

La verdad es que durante la tarde de ayer vimos un montón de burritos en los campos de Moguer. 




Justo antes de las visitas guiadas nos dirigimos al cementerio, para buscar la tumba de Juan Ramón y de su esposa Zenobia. Aunque os parezca raro, es muy visitada, es uno de los atractivos turísticos. Según nos contaron más tarde, Juan Ramón dejo dicho como quería que fuera la tumba, todos los detalles. El vivía en Puerto Rico (recordad que estaba exiliado por la guerra civil y nunca volvió), embalsamó a Zenobia cuando murió pensando en enviarla a España algún día. Y cuando él murió su sobrino envió ambos cuerpos para enterrarlos en Moguer.




Una placa que se encuentra en la entrada del cementerio de Moguer.



La primera casa que visitamos fue la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón. Está en la Calle Nueva nº 10. Hay que pagar 3,50 euros. Las visitas son guiadas, se pueden hacer fotos pero sin flash. Nos atendieron muy bien, y nos dieron una cantidad de información tremenda, aprendimos muchísimo sobre Zenobia y Juan Ramón. Debido a que la visita era guiada, hice las fotos muy rápido, para no hacer esperar a nadie, así que puede que no sean de lo mejor. No hice fotos de todo, solo de las habitaciones al completo. Pero había una cantidad de objetos increíbles. Todo lo que hay en la casa museo fue donado por Juan Ramón y por sus familiares. Muchos objetos fueron enviados desde Puerto Rico, donde vivía Juan Ramón. Los muebles provienen de su casa en la Calle Padilla nº 38, en Madrid.

Esta era la casa de Juan Ramón y Zenobia.




Primero vimos una presentación en vídeo en esta sala, donde se pueden ver fotos de Juan Ramón Jiménez desde los 14 años hasta su última etapa. Y muchos objetos, papeles y libros de Juan Ramón.



La biblioteca contiene 4000 libros y 7.500 revistas. Todo este material era de Juan Ramón y de Zenobia.





El centro de la casa es un precioso patio de luz. Con un pozo en el centro. Y vidrieras de colores cubriéndolo.





En la siguiente sala podemos ver donde escribía, su mesa, su máquina de escribir, su obra metida en cajitas que él mismo confeccionaba. Y multitud de objetos que usaba para estos menesteres.




En esta mesa escribió pasó a maquina Platero y yo.



 El dormitorio de Juan Ramón y Zenobia.



El salón, donde además se encuentran muchas imágenes de la familia de Juan Ramón.




Los muebles de otro dormitorio donde dormía Juan Ramón cuando se encontraba mal, por ejemplo, cuando padecía de arritmias.



Una sala dedicada en exclusiva a Zenobia, con fotos de su familia y de ella, fotos de su coche, y fotos y muestras de las actividades que realizaba. Era una mujer muy, muy adelantada a su época. Aristócrata, provenía de las primeras familias que colonizaron América, tenía una educación exquisita, una gran cultura y hablaba muchos idiomas.




Algunos muebles y enseres de cuarto de baño.




La primera edición de Platero y yo, que también se encuentra en la casa museo, en la sala donde hacen la proyección.



Los patios



Esta es la cuadra de Platero.



Esta estatua de Platero se encuentra en uno de los patios, es del escultor León Ortega. No pude hacerle la foto completa porque había una tarima justo delante.










Una gran sorpresa que nos dieron en La casa museo fue decirnos que había un pasaporte especial, el pasaporte Platero, visitando todos los sitios que tienen que ver con Platero y sellando el pasaporte en ellos y en otros sitios que tengan el logotipo del Año Platero en la puerta, te dan puntos y cuando tengas 100 te dan una edición especial de Platero y yo.

Así que la chica nos dio el pasaporte y nos puso el primer sello.

Foto de ayer con el pasaporte recién entregado.


A continuación fuimos a nuestra siguiente parada, bastante rápido, porque faltaban 20 minutos para que cerraran. Se trataba de La casa natal de Juan Ramón. Situada en la calle Ribera, nº 2. Cuando era niño Juan Ramón la llamaba "Su casa Atul marino", porque cuando miraba a través de las vidrieras azules lo veía todo de ese color. También nos atendieron muy bien, y de nuevo nos ofrecieron un montón de información sobre Juan Ramón y Zenobia, pero también sobre Moguer. La visita a la casa Natal es gratuita. No hay muebles, se trata de paneles informativos con texto y fotos. Hay varias maquetas de un molino, del Moguer de aquella época, y de la bodega de la familia de Juan Ramón. También se puede ver una proyección titulada "La mirada de Platero" que nos gustó realmente, estaba muy bien hecha. Y nos llevamos dos sellos por esta visita, uno por la casa y otro por la proyección.











Este texto me gustó especialmente y por eso lo fotografié.



La vidriera de "la casa atul marino".



Cuando nos marchábamos además nos dieron por fin el libro de Platero y yo. Esta edición es especial porque contiene más cosas que las ediciones tradicionales. Juan Ramón era muy perfeccionista y no estaba conforme con como había quedado la edición publicada, y tenía más material de esta obra que no fue publicado. En esta edición especial aparece ese material en la parte de atrás, en dos complementos y cuatro apéndices. Serían 10 capítulos más y un prólogo.



Además, hay otra casa de Juan Ramón, se trata de La casa de la calle Aceña, que actualmente se llama Santa Angela de la Cruz, nº 5. Se trata de la casa dónde vivio Juan Ramón con su madre y su hermano Eustaquio cuando regresó de Madrid en 1905. Vivió allí hasta 1912. Aquí escribió 23 obras. Evidentemente, hoy en día es una casa particular, no se puede visitar. 




Y por fin, el final de nuestro recorrido, ya tarde, sobre más de las 8, muy cansados ya, yo quería visitar por último La casa de Fuentepiña, que era la casa de campo de Juan Ramón. Entre las indicaciones que yo había anotado de Internet y las que nos dio la chica que trabaja en la Casa natal, debería haber sido fácil encontrarla, pero la entrada está muy escondida. Dimos vueltas y vueltas, estuvimos media hora buscando por los caminos, entre campos de fresas ya secos, y después de encomendarme a Juan Ramón Jiménez para encontrarla como se encomienda la gente a los santos, cuando yo ya me había rendido y dicho que nos fueramos, vi un caminito sin cancela, con dos pilares antiguos y pensé "esta tiene que ser", tan empinado el camino de entrada que no se ni como entró el coche, y cuando vi esos arcos, recordando al foto que había visto en Internet, no me podía creer que por fin la hubiéramos encontrado, que feliz me sentí, no os lo podéis imaginar. 



Parte de todo lo que nos explica Juan Ramón en Platero y yo lo recogió de aquí, sus vivencias, sus observaciones. El árbol donde se apollaba era este pino más que centenario. También escribió al pie de este árbol. Y como remate, al parecer Platero está enterrado al pie de este pino.




La casa está en muy mal estado, porque ha tenido ocupas, y los tuvieron que echar, la puerta está tapiada, también la han saqueado, y se nota bastante que ha sufrido vandalismo. Es una auténtica lástima.




Si os digo la verdad, visitar este sitio en concreto es lo que más ilusión me hizo, no se porqué, pero tenia una sensación muy especial.



Atardeciendo tras el pino de Juan Ramón

Estas son las vistas que hay desde la parte de atrás de la casa de campo, se ve Moguer.



Y como remate, je je je, la chica de la Casa natal nos dijo que la gente que viene aquí se abrazan al pino para ver que les transmite. Pues yo me tenía que abrazar. Pero no es lo que se siente abrazando el pino, toda esa zona, alrededor del pino, transmitía algo especial. No se explicarlo. Daban ganas de quedarte  allí, eternamente.



Espero que os haya gustado, y espero haberme acordado correctamente de toda la información, porque era muchísima. 


Editado, 01-12-2014:

El domingo fuimos a Moguer a comprar dulces, y cual fue mi sorpresa cuando me encuentro otra estatua de Platero que no había visto ni fotografiado para esta entrada. Así que le hice fotos. El motivo de que no la encontrara en Junio es que la inauguraron en Julio, un mes después. Pero no pasa nada, yo os dejo aquí una foto para los que estéis interesados, que sepáis que también está esta estatua. Es una obra del escultor Pedro Requejo Novoa, dedicada al capítulo XXIX de Platero y yo,  El idilio de abril



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3 comentarios:

El Espejo de Alice dijo...

¡Qué envidia me das! :P
La verdad es que se ve todo genial. Ha tenido que ser toda una experiencia...

Isabel Galiot dijo...

No veas el calor que hacía, pero menos mal que tengo el mejor novio del mundo y lo soportó todo y me llevó donde yo quería, jajajaja. Y yo todo el tiempo me bajaba del coche y hacía las fotos planeadas y eso.

Unknown dijo...

¡¡Qué bonito, Isa!! Yo quiero hacer esa ruta, qué chulada. Tengo ganas de volver a Moguer desde que leí Platero y yo. Hice una entrada en mi otro blog por si quieres entrar. Saludos.http://aurilibri.blogspot.com.es/2014/03/2014-ano-platero-centenario-de-la.html