Autor: Nora
Roberts
Género: Romántico
Editorial:
Harlequin
Saga: Los Donovan
1
Páginas: 256
Encuadernación: blanda
Primera publicación:
1992
Morgana Donovan es una bruja real
con poderes reales, procede de un antiguo linaje de brujos muy poderosos, y su
vida está cargada de magia y de acontecimientos que el resto de las personas
dudarían que pudieran ocurrir. Un día Nash Kirkland entra en la tienda esotérica
de Morgana, buscándola porque Nash quiere su asesoramiento para su nueva
película basada en brujas. Él no cree que Morgana sea una bruja real, porque piensa
que no existen. Y Morgana tendrá que demostrarle que si existen y que ella es
una de ellas. Por el camino vivirán una apasionada aventura, y no solo eso,
puede que ambos hayan encontrado el amor.
No estoy acostumbrada a la
literatura romántica, a no ser que sea más leve, del estilo de Rosamunde
Pilcher o Victoria Holt. Pero Nora Roberts es romántica, romántica, y a veces,
las cosas no me encajaban, no creo que en la vida real sean así. De pronto,
todos esos sentimientos, de golpe, toda esa fascinación y ese enamoramiento. Y
no solo eso, tampoco creo que los hombres se comporten así, y sean como Nash,
con esa adoración que tiene por Morgana, de hecho francamente pienso que eso no
existe. Y ambos, demostrando todos esos sentimientos fácilmente y ese amor
loco, no sé, no me convence, todo es fácil y ocurre vertiginosamente en el
libro.
En cuanto a lo de que Nora
Roberts es muy romántica, hay veces que roza lo erótico, supongo que no puede
calificarse como erótico porque solo pasa de vez en cuando.
El ritmo del libro es rápido, se
lee enseguida, y no me ha aburrido para nada, pero no lo considero bueno, no he
sentido nada al terminarlo, ha pasado sin pena ni gloria, al principio ya
sabías que iba a suceder y como.
2 comentarios:
Cada historia de amor es diferente, que no nos haya pasado algo asi no significa que no exista, necesitamos creer que siempre hay algo mejor.
Supongo que sí, pero es difícil que ocurran cosas así en estos tiempos, o por lo menos a mí no me ha pasado nunca.
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